Facebook acaba de adquirir la empresa Beluga que brinda un servicio de mensajería que funciona desde iPhone (apple), Android (google) y la web, permitiéndoles a sus usuarios chatear entre ellos, crear grupos de Chat, compartir archivos, y ofrece hasta la geolocalización de los mismos. Este hecho lleva a volver la vista sobre el usuario de la red social, que una y otra vez se encuentra que debe resignar aspectos de su privacidad para ser usuario de un servicio supuestamente ‘gratuito’ que en realidad se paga con su propia intimidad.

A través de esta operación financiera se construyen nuevos caminos tecnológicos (entre otros) para que la empresa de red social pueda volver a la carga con la propuesta de compartir datos personales de sus usuarios1, cualquiera sea su verdadera edad. De esta manera, los datos personales, como dirección, número de teléfono e imagen, podrán ser accesibles por desarrolladores externos, pero también por agencias de publicidad2 -¿otras Agencias?- para quienes los datos personales de cualquier tipo poseen un valor excepcional, o por usuarios que encuentren útil esta información para propósitos de todo tipo, tanto lícitos como ilícitos.

A nadie escapa que hoy la tecnología (tanto en hardware como en software) no sólo se supera a sí misma constantemente, bajo un ritmo de crecimiento nunca visto por la humanidad, sino que también supera el propio ritmo de evolución del comportamiento social y de las relaciones humanas.

A riesgo de resultar obvios, las redes sociales son una evidencia irrefutable de esta afirmación. La redefinición de lo público y lo privado, las formas de comunicación e interacción, la manera de mostrarnos a nosotros mismos y nuestro entorno están siendo redefinidas. Sin embargo en esta redefinición, se desdibujan las posibilidades de ser actores activos y protagónicos en las seducciones del mercado, en los nichos económicos y en las mismas posibilidades que ofrecen las TICs. Así, de pronto, nos vemos inmersos en una dinámica de interacción social que está muy lejos de poder enmarcarse en formas jurídicas válidas o pautas socio-culturales uniformemente aceptadas.

1- http://www.clarin.com/internet/Facebook-insiste-compartir-personales-usuarios_0_436756530.html
http://www.pcwla.com/pcwla2.nsf/noticias_de_it/256BAC272FC2A3C28525784800638ABC
2- http://www.informador.com.mx/tecnologia/2010/242269/6/facebook-las-acusaciones-sobre-confidencialidad-son-exageradas.htm